lunes, 31 de mayo de 2010

Sabios

Se me ocurre que el auténtico sabio o santo, la persona que ha alcanzado la iluminación, que ha penetrado en los grandes misterios, no puede llegar a comunicar o transmitir esta experiencia a otras personas, por grande que pueda ser su deseo, empeño y por grandes medios y recursos que emplee, precisamente por la misma naturaleza de la vivencia. Como mucho, pienso que sus esfuerzos se podrían resumir en un señalar y dar un pequeño empujón para que la persona empiece a recorrer su propia senda con sus particulares medios y esfuerzos. Lástima que la mayor parte de las veces nos quedemos mirando estúpidamente el dedo y nos incomode y moleste ese empujón que nos hace comenzar a movernos.

jueves, 20 de mayo de 2010

Personajes

Algunas veces, en algunos libros, mangas, comics, películas o series me he topado con ciertos personajes que me han impactado de manera especial , llegando a ocupar con el tiempo un lugar destacado en mi mente, como referencia y fulcro entorno a los que se ha forjado mi manera de pensar, sentir y , a través de los cuales, he enfocado mi mirada hacia la realidad que me rodeaba.

En un principio, poco tienen en común, y es muy difícil encontrar un hilo conductor que los relacione y que explique mi querencia y mi fascinación por ellos. Tanto sus características físicas o mentales, como su personalidad, sus acciones, su contexto propio... en todo ello difieren de manera bastante acusada por regla general. Y, sin embargo, conociéndoles y acercándome a ellos, experimentando a través de su persona otros lugares y tiempos, sus victorias y sus derrotas, sus odios y sus amores, sus infamias y sus actos sublimes, con todos ellos, digo, he sentido un parecido estremecimiento de atracción y maravilla, de regocijo y entusiasmo casi infantil al atisbar con su compañía la infinita complejidad, la inagotable variedad de matices y formas y la contradictoria esencia del ser humano y de su mundo, con el fascinante fluir y confluir de las diferentes corrientes que los mueven.

Quizá precisamente sea eso lo que todos tienen en común; el hecho de iluminar y hacer vislumbrar, con sus destellos, la inmensidad y profundidad casi insondable del alma humana y su eterno e infinito misterio, un misterio existente en mayor o menor grado en el interior de cada ser humano y reproducido sin solución de continuidad a lo largo de todas las épocas y lugares, y que posiblemente sea también el hecho más apasionante y útil de experimentar y conocer por cualquier persona . Yo, por mi parte, me siento agradecido hacia ellos y hacia las personas que les dieron vida por todo lo que me han aportado, aunque a veces sus regalos resultarán equívocos, o incluso dolorosos y difíciles de aceptar y mantener a menudo; aunque debo decir, que no por ello mi cariño y respeto hacia ellos ha sido menor, si acaso lo contrario. Me siento en deuda , como he apuntado, porque sin su compañía y ayuda mi vida hubiera sido, sin duda, mucho más gris, pobre y absurda y, por todo ello, me siento contento de honrarles aunque sólo sea a través de un pequeño escrito como éste.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Decisiones

Una de las mayores virtudes, quizá la mayor, que se pueda encontrar en una persona es la capacidad de tomar decisiones. A primera vista, éste talento puede no parecer un gran talento o ni siquiera un talento en absoluto. Después de todo, a veces con buenos, a veces con malos resultados tomamos decisiones cada día y de forma continua y ello no suele constituir ningún gran acontecimiento. No obstante y demasiado frecuentemente , los seres humanos efectuamos nuestras elecciones de una forma casi totalmente casual, sin apenas ser conscientes y sin contemplar ni valorar la naturaleza de las mismas , ni las condiciones que las envuelven y las determinan, ni las consecuencias que de nuestras actuaciones se podrían derivar. En otras ocasiones nos dejamos arrastrar por los acontecimientos y las corrientes exteriores de manera pasiva y con desidia para huir de la necesidad de efectuar una decisión, lo cual, paradójicamente, es en sí mismo una decisión; una de las más peligrosas y también cobardes y por las que casi siempre se pagan dolorosas consecuencias.

En un principio se podría pensar que un ser humano que tuviera la capacidad de tomar decisiones de forma acertada debería hacer gala de una gran inteligencia, astucia, agudeza o habilidad . Por mi parte, pienso que mucho más importante que esos recursos es apoyarse sobre la la lucidez, la honestidad y el valor. Lucidez y honestidad para ser capaz de captar y reconocer la naturaleza de nuestra situación, y poder sopesar y valorar nuestros caminos y las exigencias que recorrerlos nos supondrán, y valor para poder hacer la elección, ser consecuente con ella y aceptar lo que pueda traernos. Quien lo hace, puede hallar una libertad y un dominio al que pocos pueden acceder.

A través de nuestra vida, nos hemos acostumbrado a conducirnos guiados por necesidades y deseos concretos e inmediatos y pertenecientes a una dimensión muy limitada de nuestra existencia, sin tener en cuenta la continua y profunda interconexión de todos los elementos y corrientes que conforman nuestro mundo y del que nosotros somos parte integrante. Por desgracia, lo que es bueno a corto plazo y de forma inmediata no lo es a menudo a largo plazo y en un contexto más amplio. No captamos, o no queremos captar el hecho de que todos nosotros ,con nuestras elecciones damos forma a este mismo mundo y fijamos los cauces por los que discurrirá su devenir y no aceptamos nuestra responsabilidad en lo bueno y lo malo que nos pueda traer ello.

Pensaba sobre todo esto, cuando de manera afortunada hallé en el Siddhartha de Herman Hesse un pasaje que resumía y clarificaba gran parte de las cuestiones sobre las que reflexionaban y que no puedo más que reproducir por su belleza y certeza:

[...] La mayoría de los hombres, Kamala, son como las hojas que caen y revolotean indecisas, en el aire, antes de ir a parar al suelo. Otros son más bien como los astros: siguen una ruta fija, ningún viento los alcanza y llevan en su interior su ley y su trayectoria...